PROYECTO CULTURAL DE PROMOCIÓN DE LECTURA LITERARIA
“… un tango puede escribirse con
un dedo, pero con el alma, porque un tango es la intimidad que se esconde y es
el grito que se levanta airado, desnudo… Un tango está en el aire como el aire,
está en el vuelo curvo de los pájaros, en la esquina distante y en la pared
descascarada que muestra una llaga de ladrillos…”
Enrique Santo Discépolo (Texto
inédito)
Es
el fenómeno más asombroso que se haya dado en el baile popular. Desde su mismo origen no fue percibido como lo
que en realidad era: una genuina creación de la clase baja, producto del hibridaje
y de las oleadas inmigratorias llegadas al puerto de Buenos Aires entre finales
del siglo XIX y comienzos del XX. Su historia es una parábola singular que va de
las entrañas del pueblo a los libros y a las conversaciones de los
intelectuales; de humildes cafés suburbanos y academias de baile al mismísimo
Teatro Colón. Una vez que fue legitimado en París, la clase alta argentina lo
adoptó. Pero este controvertido baile ha sido sucesivamente reprobado,
ensalzado, satirizado y analizado.
Origen híbrido,
sentimiento triste que se baila, lágrima de bandoneón, noche y cabaret… el tango hace
metafísica sin saberlo y sus letras son un verdadero espejo en el que mirarnos
y, al mismo tiempo, un refugio donde en ocasiones hallamos consuelo y sabiduría
de vida.
¿Por
qué tiene tanta repercusión en la literatura? Tal vez porque hoy, a la distancia,
podemos intuir la universalidad y
eternidad de su esencia.
Por
eso, cada “dos
por cuatro”, UN PASO UN TANGO.
MALEVAJE
Tango
compuesto en 1928 por los argentinos Juan de Dios Filiberto (música) y Enrique
Santos Discépolo (letra).
Estrenado
en la "Fiesta del Tango" en el Teatro Astral de Buenos Aires, el día
21 de septiembre de 1928. siendo interpretado por Azucena Maizani.
Escuchá este tango interpretado por Azucena Maizani
¡Decí,
por Dios, que me has da'o
¡Que
estoy tan cambiao!
¡No sé
más quién soy!
El
malevaje extrañao
Me
mira sin comprender
Me ve
perdiendo el cartel
De
guapo que ayer
Brillaba
en la acción
No ven
que estoy embretao
Vencido
y maniao
En tu
corazón
Te vi
pasar tangueando, altanera
Con un
compás tan hondo y sensual
Que no
fue más que verte y perder
La fe,
el coraje, el ansia'e guapear
No me
has dejado ni el pucho en la oreja
De
aquel pasao malevo y feroz
Ya no
me falta pa completar
Más
que ir a misa e hincarme a rezar
Ayer,
de miedo a matar
En vez
de pelear
Me
puse a correr
Me vi
en la sombra o finao
Pensé
en no verte y temblé
Si yo
–que nunca aflojé
De
noche angustiao
Me
encierro a llorar
¡Decí
por Dios que me has da'o
Que
estoy tan cambiao
¡No sé
más quien soy!
UN PASO UN TANGO
también en Más Poesía Por Favor
Malevaje interpretado por Roberto Goyeneche
Malevaje interpretado por Adriana Varela
Cómo se llamaba "Malevaje" o "Suburbio"
De
acuerdo a la "Ficha Técnica" que transcribe Torres Agüero Editor, se
informa que el tango se llamaba: "SUBURBIO" (MALEVAJE).
Empero,
es "Malevaje". Debió serlo porque malevaje representa mejor el
argumento y al personaje. No importa si habita el ámbito rural, el suburbio o
la franja que los separa de la antesala de la ciudad. El guapo -gaucho u
orillero- pudo ser malévolo, matón, peleador o un valiente dispuesto a defender
su honor, entendido según los valores de su propio ámbito: Calzó chambergo o
no, alpargata o bota militar. Se pareció más a un hombre de ciudad o de campo.
Pero
ese guapo que ayer brillaba en la acción se muestra en "Malevaje", mirado
sin comprensión, embretao, vencido y maniao en el corazón de una muchacha.
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