UN PASO UN TANGO

miércoles, 23 de octubre de 2019

MALEVAJE


PROYECTO CULTURAL DE PROMOCIÓN DE LECTURA LITERARIA
“… un tango puede escribirse con un dedo, pero con el alma, porque un tango es la intimidad que se esconde y es el grito que se levanta airado, desnudo… Un tango está en el aire como el aire, está en el vuelo curvo de los pájaros, en la esquina distante y en la pared descascarada que muestra una llaga de ladrillos…”
                           Enrique Santo Discépolo (Texto inédito)

Es el fenómeno más asombroso que se haya dado en el baile popular. Desde su mismo origen no fue percibido como lo que en realidad era: una genuina creación de la clase baja, producto del hibridaje y de las oleadas inmigratorias llegadas al puerto de Buenos Aires entre finales del siglo XIX y comienzos del XX. Su historia es una parábola singular que va de las entrañas del pueblo a los libros y a las conversaciones de los intelectuales; de humildes cafés suburbanos y academias de baile al mismísimo Teatro Colón. Una vez que fue legitimado en París, la clase alta argentina lo adoptó. Pero este controvertido baile ha sido sucesivamente reprobado, ensalzado, satirizado y analizado.
Origen híbrido, sentimiento triste que se baila, lágrima de bandoneón, noche y cabaret  el tango hace metafísica sin saberlo y sus letras son un verdadero espejo en el que mirarnos y, al mismo tiempo, un refugio donde en ocasiones hallamos consuelo y sabiduría de vida.
¿Por qué tiene tanta repercusión en la literatura? Tal vez porque hoy, a la distancia, podemos intuir la   universalidad y eternidad de su esencia.
Por eso, cada “dos por cuatro”, UN PASO UN TANGO.
             MALEVAJE
Tango compuesto en 1928 por los argentinos Juan de Dios Filiberto (música) y Enrique Santos Discépolo (letra).

Estrenado en la "Fiesta del Tango" en el Teatro Astral de Buenos Aires, el día 21 de septiembre de 1928. siendo interpretado por Azucena Maizani.
Escuchá este tango interpretado por Azucena Maizani

¡Decí, por Dios, que me has da'o
¡Que estoy tan cambiao!
¡No sé más quién soy!
El malevaje extrañao
Me mira sin comprender
Me ve perdiendo el cartel
De guapo que ayer
Brillaba en la acción
No ven que estoy embretao
Vencido y maniao
En tu corazón
Te vi pasar tangueando, altanera
Con un compás tan hondo y sensual
Que no fue más que verte y perder
La fe, el coraje, el ansia'e guapear
No me has dejado ni el pucho en la oreja
De aquel pasao malevo y feroz
Ya no me falta pa completar
Más que ir a misa e hincarme a rezar
Ayer, de miedo a matar
En vez de pelear
Me puse a correr
Me vi en la sombra o finao
Pensé en no verte y temblé
Si yo –que nunca aflojé
De noche angustiao
Me encierro a llorar
¡Decí por Dios que me has da'o
Que estoy tan cambiao
¡No sé más quien soy!



UN PASO UN TANGO






Malevaje interpretado por Roberto Goyeneche



Malevaje interpretado por Adriana Varela




Cómo se llamaba "Malevaje" o "Suburbio"
De acuerdo a la "Ficha Técnica" que transcribe Torres Agüero Editor, se informa que el tango se llamaba: "SUBURBIO" (MALEVAJE).
Empero, es "Malevaje". Debió serlo porque malevaje representa mejor el argumento y al personaje. No importa si habita el ámbito rural, el suburbio o la franja que los separa de la antesala de la ciudad. El guapo -gaucho u orillero- pudo ser malévolo, matón, peleador o un valiente dispuesto a defender su honor, entendido según los valores de su propio ámbito: Calzó chambergo o no, alpargata o bota militar. Se pareció más a un hombre de ciudad o de campo.

Pero ese guapo que ayer brillaba en la acción se muestra en "Malevaje", mirado sin comprensión, embretao, vencido y maniao en el corazón de una muchacha.

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