PROYECTO CULTURAL DE PROMOCIÓN DE LECTURA LITERARIA
“… un tango puede escribirse con
un dedo, pero con el alma, porque un tango es la intimidad que se esconde y es
el grito que se levanta airado, desnudo… Un tango está en el aire como el aire,
está en el vuelo curvo de los pájaros, en la esquina distante y en la pared
descascarada que muestra una llaga de ladrillos…”
Enrique Santo Discépolo (Texto
inédito)
Es
el fenómeno más asombroso que se haya dado en el baile popular. Desde su mismo origen no fue percibido como lo
que en realidad era: una genuina creación de la clase baja, producto del hibridaje
y de las oleadas inmigratorias llegadas al puerto de Buenos Aires entre finales
del siglo XIX y comienzos del XX. Su historia es una parábola singular que va de
las entrañas del pueblo a los libros y a las conversaciones de los
intelectuales; de humildes cafés suburbanos y academias de baile al mismísimo
Teatro Colón. Una vez que fue legitimado en París, la clase alta argentina lo
adoptó. Pero este controvertido baile ha sido sucesivamente reprobado,
ensalzado, satirizado y analizado.
Origen híbrido,
sentimiento triste que se baila, lágrima de bandoneón, noche y cabaret… el tango hace
metafísica sin saberlo y sus letras son un verdadero espejo en el que mirarnos
y, al mismo tiempo, un refugio donde en ocasiones hallamos consuelo y sabiduría
de vida.
¿Por
qué tiene tanta repercusión en la literatura? Tal vez porque hoy, a la distancia,
podemos intuir la universalidad y
eternidad de su esencia.
Por
eso, cada “dos
por cuatro”, UN PASO UN TANGO.
CAMINITO
Caminito
es una canción de tango compuesta en 1926 por los argentinos Juan de Dios
Filiberto (música) y Gabino Coria Peñaloza (letra). Fue grabada inicialmente
por Carlos Gardel pero logró el éxito con una interpretación de Ignacio
Corsini.
Escuchá este Tango interpretado por Ignacio Corsini
Caminito que el tiempo ha borrado
que juntos un día nos viste pasar,
he venido por última vez,
he venido a contarte mi mal.
Caminito que entonces estabas
bordeado de trébol y juncos en flor,
una sombra ya pronto serás,
una sombra lo mismo que yo.
Desde que se fue,
triste vivo yo;
caminito amigo,
yo también me voy.
Desde que se fue
nunca más volvió.
Seguiré sus pasos,
caminito, adiós.
Caminito que todas las tardes
feliz recorría cantando mi amor,
no le digas si vuelve a pasar
que mi llanto tu suelo regó.
Caminito cubierto de cardos,
la mano del tiempo tu huella borró;
yo a tu lado quisiera caer
y que el tiempo nos mate a los dos.
Caminito interpretado por Rosana Falasca
Caminito interpretado por Julio Iglesias
UN PASO UN TANGO.
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LA HISTORIA
DETRÁS DEL TANGO
"Caminito"
nació en un pequeño pueblo de La Rioja denominado Olta, pintoresca localidad de
Los Llanos situada a 170 kilómetros de la capital provincial, con poco más de
7000 habitantes, aunque sólo contaba con unos 500 cuando el joven poeta Gabino
Coria Peñaloza se deslumbró con una señorita de buena familia.
Caminito Olta, La Rioja
Corría
el año 1902. La joven se llamaba María. El poeta, Gabino Coria Peñaloza. Para
que sus destinos se cruzaran la naturaleza se involucró. Gabino viajaba desde
Chilecito hacia San Luis cuando una gran crecida del río lo dejó varado en Olta
por varios días. Alojado por sus familiares recibe la invitación para una
tertulia en casa de una distinguida familia del lugar. Allí había un piano de
cola, el primero de la provincia que llegara desde Chile a lomo de mula. El
poeta, sensibilizado ante el majestuoso instrumento, le pidió a la anfitriona
que tocara algo. Y llamó a María, maestra, profesora de música y también
integrante de una familia destacada. El encantamiento mutuo fue inevitable y
desencadenó en pasión. Transcurrieron unos días y el "caminito amigo"
fue testigo de aquel tórrido y furtivo amor. Cuando el río volvió a su cauce,
el muchacho siguió viaje y, por cierto, prometió volver.
Caminito La Boca, Buenos Aires
Al
cabo de un año regresó por ella, pero María ya no estaba. Su familia, que se
oponía rotundamente a esa relación pues la niña estaba prometida para un
militar de Olta, había decidido mudarla a otro lugar. Desgarrado por la pena,
su alma de poeta vuelca en el mítico poema toda su desdicha, regalando a la
humanidad "Caminito", en humildes e imperecederos versos. El caminito
de Coria Peñaloza era un sendero rural de dos kilómetros que nacía en Olta y
moría en el pueblo de Loma Blanca. Es el que transitaba Gabino para encontrarse
con su amor y el que acunó su ardiente y frustrado romance.
A
los 15 años, movido por la inquietud de su alma bohemia, decide dejar su hogar
para instalarse en Buenos Aires, donde empezó a trabajar para diversas
publicaciones. En la famosa revista Caras y Caretas publicó sus poesías. Culto
y sociable, comparte en ese mundo artístico, cafetines y tangos con Carlos
Gardel, Quinquela Martín, Juan de Dios Filiberto y con otros reyes de la noche.
Fue Quinquela quien presentó a Gabino y Filiberto en plena calle Florida,
haciendo posible el milagro poético-musical.
Una
callejuela del barrio de La Boca lleva el nombre de Caminito en homenaje al
tango. Peñaloza no aprobó el evento, pues el caminito que inspiró sus versos
estaba lejos de allí. Aquí nace la confusión. Muchos creen que el poeta se
inspiró en esa calle de La Boca.
LA HISTORIA DETRÁS DEL TANGO
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