MÁS POESÍA POR FAVOR
Una iniciativa que pretende acercar la poesía al gran
público, al pueblo, la gente común que camina por las calles. Inspirada en la
intervención urbana "Mais Amor Por Favor" (2009) de Ygor Marotta esta
propuesta ambiciona lograr que el espectador se asombre por el contenido de la
oración introducida en el contexto cotidiano.
➤Intenta sorprender y provocar, al menos, una sonrisa
en la lectura y transmitir el mensaje. Se trata de un pedido, una invitación,
en medio de la continua velocidad, la vorágine de la rutina, la agresividad o
la indiferencia con que pasan los días en "las ciudades que no pueden
parar".
➤La intención es la concientización social a través de las líneas
de dos poetas, que, como piezas de
rompecabezas, se incrustan y conjeturan la posibilidad de otra realidad que expresada desde los versos sea capaz de transformar el mundo.
Por un lado, Oliverio
Girondo muestra el trabajo estético de la escritura que se subleva contra
el canon tradicional, revelando "otra imagen “de lo cotidiano a través de
un lenguaje vanguardista. Por el otro, la poesía de Mario Benedetti porta los ideales de utopías posibles y es la voz
del autor comprometido que impulsa las posibilidades de un cambio. ➤Así, usando un póster como el soporte portador
de los textos de ambos poetas se construye un espacio en la cotidianidad integrado por un doble compromiso: el estético,
en la revolución vanguardista de la palabra; y el ético, en la revolución
social con la palabra.
El deseo, justamente
en una época de elecciones, en la que abundaban consignas políticas, es
que las poesías pueblen lugares y sus mensajes se expandan interpelando límites
a modo de campaña, revalidando su poder, su vigencia y su singularidad. SUMATE, ¡hagamos campaña! ¡MÁS POESÍA POR
FAVOR!
EXPLORA LA GALERÍA DE POESÍAS
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IPEM Nº276
"Ricardo Coloccini" de Slidely Gallery by Slidely Photo Gallery
En “Más poesía por favor” se concreta el paso de lo individual a lo
colectivo, el arte como una herramienta de transformación social y las redes
sociales como espacio de construcción del movimiento.
IPEM Nº276
"Ricardo Coloccini" de Slidely Gallery by Slidely Slideshow
Además, descubre la “traduzione in italiano” de algunos de sus versos.
"La costumbre nos teje diariamente
|
"Llorar a lágrima viva.
Llorarlo todo,
pero llorarlo bien.
Llorar de amor, de hastío, de alegría."
|
"Frescor de los vidrios al apoyar
la frente en la ventana.
Luces trasnochadas que al apagarse
nos dejan todavía más solos."
|
"No les perdono, bajo ningún pretexto,
que no sepan volar.
Si no saben volar
¡pierden el tiempo las que pretendan seducirme!"
|
LA CALLE SE LLENA DE POESÍA
Imágenes de la intervención urbana, desde las distintas
miradas, los poetas elegidos, el arte, la cultura gritan optimismo.
¿Por qué no pensar en un
mundo dónde la poesía nutra y transforme el paisaje urbano? La apuesta es al poder revolucionario de la palabra como
columna vertebral de una sociedad que si leyese más poesía sería, sin dudas,
más humana.
Se trata de volver a las
bases, de dar un descanso al ojo humano frente a tanto consumismo y “deber
ser/tener”, regalándole por el contrario algo que lo haga pensar, salir del
letargo de la rutina. Este es el hilo conductor
que decide tomar las calles y generar
este cruce cotidiano con la poesía que sale al encuentro, que asalta sin
previo aviso.
¿Y qué mejor lugar que las
calles para expresarse? Espacios públicos, a la vista de todos, de aquellos
transeúntes que distraídos y casi sin notarlo se ven empapados en su
cotidianidad por poesía.
MÁS GIRONDO POR FAVOR
A 50 años de su
muerte, “El escritor que supo volar” continúa marcando una línea literaria que
enamora a los lectores ávidos de nuevos horizontes poéticos. “Más poesía por
favor” rinde homenaje al escritor,
poeta, dibujante y artista argentino Octavio José Oliverio Girondo.
Nació el 17 de agosto de 1891 en Buenos Aires, en el seno
de una familia acomodada, lo que le permitió educarse en
Londres y en París. De regreso a Argentina estudió Derecho. Sus
viajes al viejo continente, le
permitieron introducirse en los diversos círculos de las nuevas corrientes
estéticas. Empezó en esa época sus colaboraciones con diferentes revistas porteñas,
como Plus Ultra y la conocida Caras y
caretas. Publicó su primer libro Veinte
poemas para ser leídos en el tranvía. El año siguiente lo dedicó a recorrer
España y a gestar el que sería su segundo libro de poemas, Calcomanías, publicado en 1925.
De regreso en Buenos Aires, fundó el periódico Martín
Fierro. En 1932, publicó Espantapájaros.
La presentación del libro tuvo lugar en Buenos Aires, Oliverio hizo una réplica
en papel maché del espantapájaros que el pintor Bonomi había diseñado para la
tapa del libro, el cual fue colocado, en
una carroza coronaria tirada por seis caballos. Al mismo tiempo, alquiló un
local en la calle Florida atendido por hermosas y llamativas muchachas para la
venta del libro, el cual se agotó en un mes.
Luego siguieron Persuasión
de los días, Campo Nuestro y finalmente En la masmédula.
Se casó con Norah Lange y
en su casa de Suipacha, a modo de salón literario, se reunían: Edgar Bayley,
Carlos Latorre, Francisco Madariaga, Olga Orozco, Aldo Pellegrini, entre otros.
Sufrió un accidente en 1961 que lo dejó disminuido durante
los últimos años de su vida. Murió en Buenos Aires el 24 de enero de 1967.
MÁS SOBRE SUS VERSOS
"¿cuál es el verso preferido?
La poesía siempre es lo otro,
aquello que todos ignoran hasta que
lo descubre un verdadero poeta."
(Fragmento de Membretes, 1926)
Pocos escritores pudieron ofrecer una idea tan definida de
la vanguardia como Oliverio Girondo.
Desde su primer poemario hasta sus últimos escritos, el autor construyó un
universo que se desafió a sí mismo en cada verso.
Siempre fue su intención desterrar la poesía de los círculos de la elite y llevarla a la
realidad cotidiana de las grandes ciudades, sin por eso perder la capacidad
de experimentar. Con una inigualable carga de humor e ironía, los poemas de Girondo guardan un único objetivo: la exaltación permanente de la vida.
La obra de Girondo se reduce a apenas seis libros, pero acaso esa misma brevedad es la que enfatiza su
contundencia y a través de ellos, logra
revolucionar los temas, estilos, y hasta el lenguaje mismo: Veinte
poemas para ser leídos en el tranvía (1922), Calcomanías (1925), Espantapájaros
(1932), Persuasión de los días (1942), Campo nuestro (1946), En la masmédula
(1953).
El amor, el sexo, las sensaciones, los lugares se presentan como imágenes que se agolpan, se
concatenan y nos muestran el interior del autor, sus amores, sus sexos, sus
sensaciones y sus lugares. Figura de una poesía
rupturista que lejos de embellecer las cosas de manera lejana, con
adjetivos forzados plasma una realidad que es su realidad. Espantapájaros sugiere una vuelta de tuerca a ese
mundo, una rebelión poética de los más recónditos sentimientos humanos. La
metáfora se vuelve corpórea y se pueden dibujar las figuras en la mente de las
palabras que se plasman en el papel. Hay también en estos poemas una
sensualidad nueva, mucho más intensa que la que había aparecido en sus
composiciones anteriores y que da lugar a composiciones tan conocidas como el
célebre poema «1» («No se me importa
un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de
higo...») o el no menos reproducido poema
«12» (Una pareja que se mira, se presiente y se desea).
MÁS SOBRE EL POEMA 1
No se me importa un pito que las
mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de
durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero, al hecho de
que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy
perfectamente capaz de soportarles una nariz que sacaría el primer premio en
una exposición de zanahorias; ¡pero eso sí! —y en esto soy irreductible— no les
perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar ¡pierden
el tiempo las que pretendan seducirme!
Ésta fue —y no otra— la razón de que
me enamorase, tan locamente, de María Luisa.
¿Qué me importaban sus labios por
entregas y sus encelos sulfurosos? ¿Qué me importaban sus extremidades de
palmípedo y sus miradas de pronóstico reservado?
¡María Luisa era una verdadera pluma!
Desde el amanecer volaba del
dormitorio a la cocina, volaba del comedor a la despensa. Volando me preparaba
el baño, la camisa. Volando realizaba sus compras, sus quehaceres.
¡Con qué impaciencia yo esperaba que
volviese, volando, de algún paseo por los alrededores! Allí lejos, perdido
entre las nubes, un puntito rosado. ¡María Luisa! ¡María Luisa!… y a los pocos segundos,
ya me abrazaba con sus piernas de pluma, para llevarme, volando, a cualquier
parte.
Durante kilómetros de silencio
planeábamos una caricia que nos aproximaba al paraíso; durante horas enteras
nos anidábamos en una nube, como dos ángeles, y de repente, en tirabuzón, en
hoja muerta, el aterrizaje forzoso de un espasmo.
¡Qué delicia la de tener una mujer tan
ligera… aunque nos haga ver, de vez en cuando, las estrellas! ¡Qué
voluptuosidad la de pasarse los días entre las nubes la de pasarse las noches
de un solo vuelo!
Después de conocer una mujer etérea,
¿puede brindarnos alguna clase de atractivos una mujer terrestre? ¿Verdad que
no hay una diferencia sustancial entre vivir con una vaca o con una mujer que
tenga las nalgas a setenta y ocho centímetros del suelo?
Yo, por lo menos, soy incapaz de
comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en
concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor
más que volando.
Oliverio
Girondo
(Espantapájaros,
1)
Instaura en este poema una serie de oposiciones: la belleza
física versus belleza interior; la mujer
etérea o la pedestre; lo sublime o lo vulgar. La mujer que lo complementa es la que vuela, esa que sueña, que se siente libre y está viva.
Así es María Luisa. Un amor idílico, basado totalmente, en todas las virtudes
que ella posee y no en su apariencia física; lo llevan al rechazo hacia cualquier mujer que no sea
sublime.
Es importante ver cómo con pocas palabras es capaz de
expresar algo difícil de explicar. En la
mayoría de la literatura y, en concreto en la poesía, la belleza física es algo
que revoluciona a los poetas, que los atrae. Sin embargo, en su propuesta ideológica,
la belleza real que se debe percibir en
una mujer es la interna.
MÁS SOBRE EL POEMA 12
Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se
disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan, se
estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se
entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se
acribillan,
se remachan, se injertan, se
atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se
enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehúyen, se evaden y se entregan.
Oliverio
Girondo
(Espantapájaros,
12)
Esta es la única composición escrita en verso en la obra.
En primera instancia, el sujeto lírico se expresa en tercera persona del
plural. El pronombre ‘se’ marca la anáfora cuyo mecanismo de repetición incide
en la secuencia de actos recíprocos dispuestos en progresión ascendente. El
espacio de indeterminación lleva al lector a cuestionarse: ¿quiénes se besan?,
¿quiénes se acarician? En resumen, ¿quiénes son los sujetos de la acción? La
respuesta es los amantes. Ese juego con el lenguaje que aparece a través de la
enumeración verbal tiene la capacidad no
solamente de crear un poema, sino también de transmitir las sensaciones y
sentimientos del poeta. No se trata
sólo de un listado o acumulación. Los cuatro primeros versos nos hablan de los
sentidos. Así, el primer verso refleja el sentido de la vista y nos muestra una
situación espacial y sensorial. Ambos protagonistas están en un lugar concreto
y existe una atracción. En el segundo verso, aparece el tacto. El contacto
físico, que da paso en un tercer verso, al
olfato que se convierte en el
sentido del sexo. Capta el olor de cada uno de los amantes que acrecientan el
deseo. En el cuarto verso aparece el gusto, saciando su ambición de probarse,
de comerse mutuamente. No aparece directamente el del oído. Sin embargo, somos conscientes de
su presencia a través de los otros
sentidos. La pasión se mantiene y se acrecienta de tal manera que parece
concretarse el contacto físico. La serie
de versos expresa la concatenación de imágenes poéticas con una rica
sensualidad que permite la sublimación y el encuentro con el otro.
La compenetración de los sujetos se efectúa por la poesía y
el erotismo, que al enlazarse permiten, en primera instancia, ir del plano
individual al colectivo. El hombre se hace consciente de sí, para luego buscar punto
ontológico común que lo une con el otro. La finalidad del poema es comprender,
y por tanto, comprender-se mediante la fusión del yo y el tú. La forma
recíproca del pronombre indica que acción realizada por un sujeto incide en el
otro y viceversa, todo queda entre ellos. Esta idea se refuerza porque al final
ambos individuos se funden en uno.
MÁS LECTURAS
- BibliotecaCervantes:http://www.cervantesvirtual.com/portales/oliverio_girondo/su_obra_literaria/
- Canal Encuentro: http://girondodice.encuentro.gob.ar/
- Giro Hondo: https://open.spotify.com/album/5Dt4rmYhdX9sBuOviQQBVd
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